Según Elboj y otros “Una comunidad de aprendizaje es el resultado de la transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno mediante una educación integrada, participativa y permanente, basada en el aprendizaje dialógico” (2000: 131). La Institución Educativa, vista como un escenario generador de conocimiento, está llamada a abrir los espacios adecuados para la formación de comunidades de aprendizaje que permitan optimizar los procesos de la gestión escolar. Para ello es necesario:

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1. Establecer los lineamientos necesarios para que orienten la acción institucional hacia la conformación de comunidades de aprendizaje.

2. Poner en consideración temas y aspectos relevantes para la institución y que implique a los diferentes estamentos pensando en la inclusión como derecho. Esto debe ser liderado por un equipo idóneo que permita direccionar y acompañar el proceso participativo y democrático de construcción.

3. Propender porque las actividades institucionales desarrollen trabajo colaborativo, como herramienta principal en la toma de decisiones.

4. Conformar comunidades de aprendizaje específicas, esto es, por áreas, por proyectos, por estrategias, por gestiones, etc., de tal manera que los convoque temáticas e intereses comunes.

5. Generar interacción y comunicación en la institución que propicie sinergia e invite a la conformación de las comunidades de aprendizaje.

6. Convertir los órganos colegiados del gobierno escolar (consejo directivo, académico, de estudiantes, de padres, etc.) en verdaderas comunidades de aprendizaje, esto es empoderando a los miembros de los mismos e incentivando la participación y aportes en el bien común.